DE MI PARA MI.
Ssst. Viento cállate,
que duerme mi niño reposando
en las sábanas de lino de mi corazón.
Envuelto en encajes,
descansa tranquilo
del largo viaje que
hace ya tiempo emprendió.
Lo siento chiquito
cuando sonreía,
sus ojos ventanas abiertas a su alrededor.
Sus rizos de oro,
sus pasos serenos,
recuerdo el gozo que,
tuve al oír por primera vez su voz.
Y ahora que han pasado los años y de aquel niño que hoy es un hombre ¿ Que queda? Nada. Hoy lo veo triste serio como en un país lejano, ni yo lo conozco, solo duró... lo que duro, unos años.
Bien, creo que olvide de enseñarle algo muy importante, de enseñarle a reír, tal vez yo tampoco savia reír entonces , hay cosas que se aprenden con los años.
Ojala supieras hacerlo, hoy serias más feliz, ¿Tal vez conformado?. Cuando eras pequeño te conformabas con todo. Ojala y no hubieras sido tan conformista. Tal vez si yo no te hubiera enseñado a reír y hubieras aprendido solo, hoy te vería alegre... más feliz. Tal vez lo seas ¿Por qué no? Pero no se te nota.
¿ Quien eres?, tú me contestas, yo tu hijo, con eso no hay suficiente, con tantos cambios tuyos mios ¿ Quienes somos? Dos adultos que caminamos por el mundo como dos cualquiera... Pero ¿Y mi niño? Intento recordar tiempos atrás y no lo logro, no te recuerdo... Solo recuerdo que cuando eras chiquito me alzabas tus manitas para cogerte de las mías y cuando ibas al colegio con tus gafotas que te comias porque no te gustaban, cuando llegabas a casa adolescente y me abrazabas por la espalda estando yo en la cocina y me desabrochabas el delantal, supongo que eso último lo aprendiste de tu padre...
Recuerdo aquellos juegos que hacías con tu hermana en la piscina... Las albóndigas en remojo, las llamabaís.
¿Qué te queda de eso, nada?
Solo me sentiria pagada si en algunos de los escasos momentos que nos vemos te viera disfrutar y reir con los tuyos.
¿nada digo? Si una cosa más Si pudiera hablar contigo te diria, ¡ Sé feliz!, sé feliz y rie. Riete del mindo si puedesy sobretodo, se muy, muy feliz.
Por eso ahora me gusta recordar aquel canto de nuestras mañanas.
Ssst. Viento calla,
Que duerme mi niño, reposando en las sabanas de lino de mi corazón...
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